viernes, 2 de mayo de 2014
LLUVIA
Las alocadas golondrinas
posaron sobre los geranios
rojos que veían hacia el sur.
Se quedaron dormidas
por la paz y la quietud
que aquellos ofrecían.
Una de ellas saltó de pronto
al conocer los secretos
que las hojas de los
geranios contaban,
y entre estos secretos
estaba el eterno amor
que siento por vos
y la melancólica ternura
cuando descanso en tus brazos
en una tarde de mayo como ésta
que moja mis sentidos y los envuelve
con el aroma de guayabos y almendros
que trae la lluvia y sus encantos...
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