miércoles, 5 de noviembre de 2014
QUE PENA...
La renuncia con honor
merece la consideración
y el respeto.
Usted señor ni lo uno
ni lo otro.
Rufina reclama
desde el alto cielo
su falta de valor
y señala su total cobardía.
Las apariencias
son el velo
de lo que esconde la infamia.
Wilmer Flamenco dedica lo anterior a un ex diplomático en Washington.
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