sábado, 18 de abril de 2015
CAPITANIA GENERAL
Ayer estuve
en la Capitania General
y me sentí
transportado a las alturas.
Y pensé
mi país chiquito,
pequeñito como un lunar
en la palma de la mano
izquierda.
Sufrido, batallador,
azul, más azul que el mar,
verde entre lo verde
de las hojas,
de los momentos diarios
que nos incluyen,
que nos duelen
como una recién parida,
con sus dolores y sus dietas.
Mi paisito, mío
y de todos,
por el que doy mi vida,
por el que quiero ser
cada día más grande,
más tirado a la izquierda
de mi corazón
pero sin dictaduras
del proletariado
que nos metieron
los rusos pensadores
de otras épocas, de otras
condiciones ajenas,
alejadas de Atonal,
Quetzalcoatl
y todos nuestros abuelos,
nuestros nómadas hermanos
con los que compartimos
el mismo ADN ,
los parecidos rasgos
y casi costumbres.
No me jodan la vida
yo soy salvadoreño,
guanaco puro
como le decían a Morazan,
el verdadero unionista
y por el que nosotros
los salvadoreños
dimos la vida
y por eso nos dicen guanacos
a nosotros los salvadoreños
y no a los hondureños...
A los salvadoreños nos dicen guanacos porque así le decían a Morazán( el guanaco ) y los salvadoreños fuimos los únicos que seguimos a Morazán hasta el final siendo él hondureño... Wilmer Flamenco guanaco a mucha honra...
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