miércoles, 27 de mayo de 2015
UN DÍA...
Sentado
en los sollozos de la noche
el alba se aproxima
y me encuentra
cantándole a las olas
y a la brisa que viene
de su seno.
Descanso
a un lado del camino
y cuando llega la mañana
los pájaros acompañan
la conversación que tengo
con las hojas del almendro.
Disfruto
las delicias de la tarde
para cuando el sol
cierre sus puertas
reposado y tranquilo
me voy en una nube
a la casa que con polvo cósmico
y aliento tienen mis abuelos
en la galaxia más recóndita
del cielo...
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