miércoles, 27 de marzo de 2013
PEQUEÑO MANIFIESTO
Soy Romero, Oscar Arnulfo,
el de Ciudad Barrios, aquél cipote
que aspiraba ser cura y que ahora llaman
Romero de América, Romero de la pascua
latinoamericana.
El sencillo Romero del domingo de ramos
y la semana mayor. El que estuvo en Roma
en el Vaticano. Aquél Arzobispo mártir
que llegó a comprender el sufrimiento
de los pobres y que estuvo con ellos,
que los acompañó en su dolor, en su espera.
Soy el de los domingos en Catedral
denunciando las injusticias,denunciando
la represión y señalando al Régimen
como el responsable de tanta muerte.
Soy Romero, Oscar Arnulfo
el que pedía por la solidaridad, por la paz
y por el entendimiento entre hermanos.
Romero sin vanguardia política,
Romero del diálogo,
Romero del canto popular,
Romero del descalzo,
del oprimido, del perseguido.
El Romero que las élites
declararon subversivo
y que ahora se persignan al recordarlo.
Ese Romero que resucitó en su pueblo,
ese Romero que con su fragancia
mantiene viva la memoria histórica.
Ese romero que pide:
¡Cese la represión!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario