martes, 27 de enero de 2015
ROSA GRACIA
Amada, tan amada
como la mañana y sus
primeros rayos de sol.
Como una buena
taza de café a las diez
horas y quince minutos,
y un buen sorbo de vino
después del almuerzo.
Tan amada como
la cálida tarde
de verano con todo
y pajaritos.
Tan amada que
ya no encuentro espacio
para seguir amándote
y cada instante se vuelve
apacible descanso
entre mandolinas de amor
y de consuelo.
Amada, tan amada
para seguir amando
y disfrutar las albricias
de miradas profundas
y expresiones rebosantes
de amor y de ternura...
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