martes, 15 de octubre de 2013
LA BEATA
Por la mañana
muy tempranito
iba a la misa,
que en el Calvario
con campanito
el cura oficia.
Y entre las once
saca el canasto
para la esquina
vendiendo fruta
el día fasto
que se avecina.
Es la Juanita
la del grandote
escapulario,
su pelo largo,
delantalote
y su rosario.
Este poema lo dedico a la Juanita, la vendedora de fruta en la esquina de nuestra casa, siendo niño
me guardó mucho respeto y cariño y yo a ella igual. Creo que desde los cielos será feliz.
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