lunes, 3 de febrero de 2014
INDICE
Escribo mi silencio
en las piedras
a la orilla del camino.
Escribo mi silencio
en las paredes
de los baños públicos,
en el cemento,
en las bancas
de los parques sin pintar,
en el campanario
de la iglesia de mi pueblo.
En silencio,
el intocable, el subversivo,
el mío.
El silencio
del niño abandonado
por su madre,
el silencio del niño
de los cielos falsos,
el silencio del niño músico,
el bien portado,
el de las buenas notas,
el orgullo de su papá.
Escribo mi silencio
en el corazón
de las niñas buenas
que me amaron
y en el de aquellas
que me disfrutaron,
de las que me odiaron.
Escribo mi silencio
en el corazón
de mi primera mujer,
la que se entregó
y me encerró en su cuarto
porque la municipal
estaba cerca.
Escribo mi silencio
en el puño
que levantó
mi mano izquierda...
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