lunes, 24 de agosto de 2015
CAMINANTE
Vengo desde el amor al beso
Desde el respiradero más
profundo del volcán
Recorriendo grandes distancias
encontrandome con el búho
en la rama y el cadejo
echado en la piedra
Martirizado algunas veces
por la indiferencia y la vanidad
he sorbido las mieles del placer
y las hieles del olvido
Por eso vengo lentamente
sin ningún apuro ni desesperación
al pliegue de tu falda y la pasión
de tus piernas y tus brazos
Traigo de los caminos hojas
de bálsamo, maquilishuat
y ceiba para que las guardes
en tu inmenso corazón de niña
y junto a ellas guardes el jacinto,
los cinco negritos, la zarza,
la campanilla en un frasco
para que sea multicolor
tu encuentro con el mío...
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